Eran las diez de la mañana de un neblinoso día de Julio.
Todo estaba
preparado: Chorizo, salchichón, tomates, quesos de Baró, 4L de agua, pan recién
hecho, ¿lo estarían nuestros bebés?
El ser
humano vive con naturalidad lo que con naturalidad se muestra. Seis horas de
paseo con los bebés a la espalda, ése era nuestro reto. Todo pasa y todo llega,
pues lo nuestro era llegar.
Era la
primera vez que pisaba nieve en Julio, había infinidad de neveros. No hubieran
estado mal unos crampones.
Picos de
Europa, principal macizo calizo de la Europa Atlántica. Territorio abrupto de
fuertes pendientes surcado por los ríos Cares, Deva, Sella, los principales del
Parque Nacional.
Los bebés
estaban encantados, siesta en la mochila. ¿La niebla nos dejaría ver el Naranjo
de Bulnes al otro lado del collado?
Sobre la una de la tarde llegamos a uno de los dos
pasos de nieve más complicados del recorrido. Echamos a suertes quién subiría
al collado y buscamos un sitio para comernos los bocatas, eso sí, con permiso
de las chovas
piquigualdas, algunas anilladas y todas bastante domesticadas.Son las aves
que anidan a mayor altitud. Sus huevos tienen adaptaciones para mejorar la
captación de oxígeno y reducir la pérdida de agua en atmósferas tan tenues.
Que pesados se tornan los humanos en
humanizarlo todo.
Y al fin a la
vista el Urrielu o Naranjo de Bulnes, las nubes impedían ver el mar cantábrico.
La subida a la torre la dejamos para otra ocasión.
Después de volver
a picos y volver a escribir, ya sólo quedaba bajar.
Muy bonito paseo para hacer con los peques, se agradece tu prosa fluida y tus fotos espectaculares , saludos
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por el comentario
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